martes, 31 de enero de 2017

CARTA ABIERTA A CRISTINA LÓPEZ SCHLICHTING, por @AntoniodlTL

Contamos con una nueva colaboración de Antonio de la Torre, que aprovecha las páginas de Desde el Caballo de las Tendillas para enviar una carta abierta a la periodista de la COPE Cristina López Schlichting en la que critica algunos de sus comentarios sobre el Presidente de EE.UU. Donald Trump…



Estimada Dª Cristina:

Escucho casi todos los fines de semana gran parte de su programa y, en general, coincido, en el fondo, con muchos de sus comentarios del campo de la política, pero desde luego no en la forma de tratar algunas noticias.

Debo decirle --permítame el atrevimiento que mi edad y vivencias me podrían permitir, eso sí, con todo el respeto que me merece--, que la demagogia es a veces peor que la media verdad --ya sabe, esa de la que “…dirán que mientes dos veces si dices la otra mitad”, que se atribuye a Antonio Machado --.

Por ejemplo, en su forma de tratar la información sobre Trump que, evidentemente, parece que no goza de su simpatía, lo que es respetable también, faltaría más.





No digo yo que no sea Donald Trump un personaje excéntrico o incluso heterodoxo, sobre todo si lo valoramos desde la óptica actual de lo ‘políticamente correcto’ --para mí sería bastante ortodoxo, ya que actúa conforme a principios, antes muy comunes y ahora casi desterrados por esa progresía dominante, que parece que le influye, no diré que la domina--, pero considerar una barbaridad que pretenda reforzar su frontera con México cuando no se habla de la que ese país tiene por el Sur con Guatemala, me parece poco objetivo, si no, algo tendencioso. O hablar de reforzar la seguridad del país y del cierre temporal de fronteras que --por veinte días, creo haber oído en algunas noticias-- ha ordenado Trump a musulmanes --que no a cristianos-- provenientes de siete países que no son precisamente los más deseables y seguros del mundo islámico, para comprobar de qué tipo de viajeros se trata, no sólo no me parece descabellado sino, por el contrario, muy prudente y ya me gustaría a mí que aquí se hiciera --o, mejor dicho, se hubiera hecho desde 2004, lo mismo—con las fronteras de Ceuta y Melilla o el coladero del Mediterráneo y los Pirineos. No veo a ninguno de esos ‘piadosos’ con los refugiados --muchos, por supuesto, dignos de compasión-- dejar abiertas las puertas de sus casas a la libre entrada de los que ya andan por aquí, aunque pongan muchos carteles de “Wellcome refugees” en las fachadas de los ayuntamientos y otras instituciones.

También la he podido oír hacer gracietas y reírse a mandíbula batiente por la ‘ocurrencia’ --no puedo calificarla de otro modo-- de un científico canadiense que ha ‘bautizado’ a una polilla con el nombre de  “Neopalpa donaltrumpi” --ya hay que tener una imaginación desarrollada, si no tendenciosa, después de observar al mencionado lepidóptero--, en clara alusión al recientemente “elegido” --parece que se olvida usted (y muchos otros) de este pequeño detalle--, mayoritariamente por cierto, por el demócrata pueblo americano como SU presidente, que se ha declarado, como suele ocurrir en ese, para mí, admirado país, como el Presidente de todos los norteamericanos, aunque unos pocos miles de perroflautas y bastantes medios de comunicación a los que pone en su sitio –también en España se echa en  falta algo así-- hayan salido a protestar, al más puro estilo de la izquierda radical y española, en particular, --ganar en la calle lo que le niegan las urnas--. Pero no veo que se hagan esas mismas gracietas y se celebren con tanta risa si se ‘bautizara’ –que no se atrevería nadie-- cualquier cosa aludiendo a alguno de los personajes, por ejemplo, islámicos. ¡Ah, no!, que esos matan y fíjese lo que se organiza por una simple broma o chiste de mal gusto, que después, todos esos ‘caritativos’ demagogos invaden las redes sociales y muchos medios entonando el “Je suis Charlie Hebdo”, “Je suis Paris”, Bruselas, Marsella, Berlín, o donde toque el siguiente atentado, para el que esos desalmados no necesitan ni que medie provocación.

Por favor, Dª Cristina, un poco más de rigor y objetividad que, tampoco en los medios radiofónicos, en los que, ‘alcachofa’ en mano, se goza de total impunidad y vale casi todo en aras de captar audiencia ‘plural’, parece ser la premisa primordial de la comunicación en estos tiempos. Siempre habrá algunas --permítame la expresión-- ‘mentes acomodaticias’ del sistema que le reirán esas gracias y ocurrencias, pero haya muchos otros, quizá más, de esa mayoría silenciosa que, como a mí, les desagrada y preferimos dar tiempo al tiempo y juzgar después de ver y no por prejuicios.


Sin ninguna acritud, como diría uno de los padres de esa ‘corrección política’ tan arraigada, le deseo un buen fin de semana en COPE.

1 comentario:

  1. Admiro mucho a Cristina, pero en esta carta tiene usted toda la razón. Sería bueno, para ella y sus oyentes, que la tuviese en cuenta.

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